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miércoles, 27 de julio de 2011

Arroz al caldero - El Caldero

Hace bastantes años colaboré como asesor informático en un establecimiento cercano a El Caldero, en la Calle Huertas, ahora peatonal y símbolo del Barrio de la Letras de Madrid, y ya entonces acudía periódicamente a comer allí, pero no con asiduidad, ya que no es el típico restaurante de menú, sino que tiene su clase y su carta tiene unos precios que no son para el día a día. Pero excepciones semanales o quincenales hicieron que fuera un restaurante al que he ido en multitud de ocasiones, y con familia y amigos también lo he hecho en otras cuantas ocasiones, estas últimas en fines de semana, e incluso en alguna otra sucursal del restaurante, aunque no recuerdo exactamente, se que está cerca de la Castellana y la Pza. Cuzco.
Lo que tengo claro es que en la gran mayoría de las ocasiones en que lo he visitado, he tomado el Arroz al Caldero, plato super típico del restaurante, y sin duda uno de los mejores arroces que se pueden tomar.
Bueno me enrollo mucho, y aún me voy a enrollar más aún, hoy ha sido un día de museos, para mi señora y para mí, como tenemos casi todas las semanas, este día es agotador para mi, que puedo andar 30 km. al día y acabo un poco cansado, pero nada más, pero el día del museo acabo derrotado, y hoy no solo me ha pasado a mi, sino que también le ha pasado a mi mujer, que acabó peor que yo. Los días que comemos fuera, y ayer fue uno de esos días, mi mujer no suele cenar, y yo tampoco, pero a ella le afectó mas que a mi, y estaba excesivamente débil, por lo que tras patearnos la exposición permanente del Thyssen Bornemisza, disfrutamos de la maravillosa exposición de mi colega de apellidos pero de nombre Antonio, y que pinta 'ligeramente' mejor que yo. Y como mi mujer estaba hecha puré decidimos comer por la zona, mi primera opción era un cocidito, que no fue aprobado, pero mi mujer sugirió un arroz, que me llevó a pensar en Samarkanda, en la estación de Atocha, pero ya camino de allí, se me alumbró el pensamiento y me acordé del maravilloso arroz al caldero, que recibió de inmediato el visto bueno de la que manda. Y allí nos fuimos, ya recuerdo algunas ocasiones en que hemos acudido y estando completo hemos tenido que desistir, pero a finales de Julio y con la actual crisis, las cosas ya no son como antes....
Pero pasemos a la descripción de lo importante.
Empezamos con unos pescaitos, unas sardinas y una especie de chanquetes (no recuerdo que nombre les daban en la carta) como entrantes antes del obligatorio arroz al caldero, los 'chanquetes', los podemos calificar de normalitos, quizás un pelín insípidos, aunque se compensó con las sardinas fritas, que eran más bien pequeñitas, aunque no parrochas, y que tenían un exceso de sal gorda, aunque sabrosas por si mismas, como decía antes, compensaban un poco lo sosos que estaban los 'chanquetes'.
Pero cerramos con el arroz al caldero, que como siempre, estaba exquisito, es un arroz estilo murciano, que únicamente se adereza con unas gambas, y no es tan seco como la paella, y que se mezcla con el maravilloso ali-oli que le acompaña, que siempre me ha parecido de los mejores ali-olis que he comido nunca.

Mi mujer cerró con el consabido digestivo que resulta el sorbete de limón, y como información adicional, a parte de las cervecitas iniciales, necesarias, nos tomamos un Finca La Estacada crianza que acompañó muy dignamente a la comida. El precio fue de 90€ (45 per cápita), que resulta excesivo para estos tiempos de crisis, y aunque a nosotros nos sirvió para recordar viejos tiempos ya que hacía mucho que no lo visitábamos, creo que se tienen que adaptar y mejorar el 'value for money'. Sin duda, ya no es lo mismo que antes, aunque la calidad del arroz sigue siendo sobresaliente, y hasta mi mujer fue capaz de comerse todo el plato de arroz, con una ligerísima ayuda mía, lo cual significa que la cantidad tampoco es la misma que antiguamente.
Nadie se puede estancar, hay que seguir evolucionando y mejorando... o te atropellan.

miércoles, 6 de julio de 2011

Cenita de 'El club de los viernes' - Restaurante Don Sancho

Hasta ahora no tenía nombre, pero lo voy a llamar así, 'El club de los viernes' a la cenita que celebramos periódicamente, antiguos compañeros de trabajo, que empezamos siendo dos parejas y hemos ido incrementando hasta las siete parejas, aunque ayer, precisamente por no ser un viernes, faltó una de esas parejas, eso de tener que seguir trabajando......
Bueno, para concluir el prólogo y empezar a hablar de lo importante para este blog, diré que estas cenitas son una muy buena manera de recordar cuando éramos más jóvenes, que nos lo pasábamos maravillosamente, pero que ahora nos lo seguimos pasando igual de bien, y con clientela nueva he tenido ocasión de contar esos viejos chistes, que todos nos sabemos, pero que disfrutamos igual.
Para esta ocasión elegimos un restaurante conocido por algunos, y muy conocido por algún otro, un sitio donde se come un maravilloso villagodio, pero donde la verdadera especialidad es bacalao. Así que nos dejamos llevar por el mas grande (y no lo digo por su tripita) conocedor de este restaurante, y la mayoría elegimos comer bacalao, de hecho él fue el único que comió carne, aunque yo sé que lo hacía por no engordar. Siguiendo esos consejos elegimos unas entradas para compartir, que consistieron en paté, cecina de Astorga y unas berenjenas rebozadas.
Lamento no mostrar fotos de los platos que nos tomamos, pero era tal la emoción de ver caras nuevas en el club, y que hacía tantos años que algunos no nos veíamos, que se me nubló la cámara, pero espero que mis explicaciones os sugieran el aspecto, como si hubiera una foto de cada cosa.
El paté, muy digno, con sabor intenso, con textura apropiada y acompañado por el pan tostado acorde para este plato. La cecina, ese plato que tanto nos gusta a los nativos del Bierzo, servida sobre una base de tomates, y aderezada con un poquito de aceite de oliva, excelente como no puede ser de otra manera, y cerramos las entradas con las berenjenas rebozadas, plato nada complicado y que fueron el cierre de un inicio muy adecuado a la cena.
Para segundos, solo un Villagodio, que no probé, pero habiendo comido carne ya en este establecimiento, sé seguro que estaba muy buena, desde luego Quino no dejó absolutamente nada, bueno la grasa justa que bordea el villagodio, si la dejó. Y los demás comimos bacalao, la verdad es que no me enteré bien si hubo mas variedades, pero yo hablaré de las dos que probé, mi mujer y yo solemos hacer eso, pedir dos platos distintos y compartirlos. El bacalao dourado, que es un revuelto con pimientos de piquillo, patatas y huevo, es realmente una exquisitez, sabrosísimo. Y el bacalao a la brasa, un sencillo plato, pero que cuando se le pone el ingrediente base con la calidad que tenía éste, pues maravilloso, con una textura que denotaba lo fresco que era, por eso sabía así.
Creo que el postre que mayoritariamente se pidió fue sorbete de mandarina, pero no puedo juzgarlo, porque no me enteré de como estaba, yo tomé café de postre.
En el blog están los comentarios para que alguno lo explique, si tiene a bien.
En resumen una muy buena cena, acompañada de vino Pirineos (Somontano), un vino con una buena relación calidad/precio como en general la cena en conjunto ya que no llegó a 35 € per cápita.
En fin, que si hablo bien del restaurante no es que esté influido por la inyección de adrenalina que me entra cuando nos juntamos tan grandes amigos, es porque me gustó y me parece muy adecuado para comer bien a buen precio.
Cierro con las fotos de Miguel, responsable del restaurante y que seguro os aconsejará muy adecuadamente cuando vayáis a comer por allí.

domingo, 3 de julio de 2011

Comidita familiar - Hostal Restaurante Peñalabra (Cervera de Pisuerga)

El sábado conseguimos casar en Cantabria a Rubén y Mª Eugenia, y aunque ayer domingo (quiero decir después de levantarnos, tras dormir poco más de dos horas) no los hemos visto, quiero aprovechar este post para felicitarlos por la maravillosa organización de una boda 'perfecta', no solo por las ubicaciones escogidas, la Iglesia de Santa Mª de Bareyo y la Hosteria de Castañeda, sino por todos los 'aditamentos' que descubren que 'pensando' y planificando se puede llegar a la perfección. Enhorabuena a los dos, POR TODO.
Y tras el prólogo, pasemos al objeto de lo que pertenece a este blog, hablar de 'zampar opíparamente' como reza la definición de nuestra asociación. Pues unos cuantos primos decidimos comer juntos camino de nuestros respectivos destinos, El Bierzo y Madrid, y escogimos Cervera de Pisuerga, buena tierra para el condumio. Tras dudar si comer en el Parador o en otro sitio, creo que haciéndome caso a mi, decidimos entre todos descartarlo, no quiero descalificar a Los Paradores, en cuanto a la restauración, pero yo todavía no he encontrado la excepción que me confirme la regla de que para mi no son buenos, y he visitado muchos, seguro que he tenido mala suerte, porque muchos de mis amigos los defienden a capa y espada, pero mi experiencia es tan extensa como negativa. Por esa razón,y descartado el Parador, Ziqui nos recomendó un hotelito, Peñalabra, y alli nos fuimos.
Como eramos muchos trataré de transmitir brevemente la opinión del resto de comensales, sobre los platos que yo no probé, y me extenderé algo más en los míos.
Nos presentaron una muy abundante carta con precios más que razonables, pero mencionaban también un menú de fin de semana por 18 € que analizamos y nos pareció muy razonable, y como a todos nos cuadró pasamos a pedir ese menú, los primeros que elegimos fueron:



Fabada con chorizo







Gazpacho casero







Macarrones gratinados







Pastel de carne hojaldrado







Ensalada de queso azul y beicon




La fabada fue el plato mas numeroso, y en general todos dijeron que estaba buena, no obstante, mi mujer, que tiene cierta experiencia, creo que era algo mas excéptica, y particularmente a mi me parece que una morcilla de arroz no es en absoluto apropiada para este plato, pero le daremos un aprobado raso.
El gazpacho, según Lucinio, el único que lo pidió, excelente, y no dudo de su criterio en este aspecto, el ha probado el mejor gazpacho del mundo, el que hace mi mujer, y sabe de que va esto.
Los macarrones que comieron Elio y Adrián, correctos, pero es que es un plato tan sencillo, que si no está bien, es para no volver jamás.
El pastel de carne hojaldrado, que pidió Sandra, y que aparte de ella, Elio también comió (Elio come de todo, eso de ser alérgico......) estaba excelente y no dudo que fuera la mejor opción entre los primeros.
El último de los primeros, la ensalada de queso azul y beicon, fue también un acierto, aderezada con vinagre de Módena, la combinación de queso azul con algunas pasas, compensaba el posible dulzor de estas últimas, y considero muy apropiado el plato, y confieso que no pregunté su opinión a quienes, como yo, también la comieron, que creo fueron Maribel y Ziquilín (Me vas a tener que permitir que te siga llamando así).
Y pasemos a los segundos, esto fué lo que elegimos:



Merluza al vapor con vinagreta







Rabo de toro a la esencia de trufa y boletus







Filete de ternera de Cervera







Costilla de ternera asada con pimiento rojo




La merluza que solo la pidió Camilo, dijo que estaba muy buena, y no dudo de su criterio, se le veía una textura apropiada y fresca, aunque yo preferiría una sola rodaja 'más contundente'.
El rabo de toro, creo que fue muy variable, el que sale en la foto, que fué el de Lucinio, tenía una pinta excelente, y Lucinio lo confirma, pero hubo otras raciones que dejaron bastante que desear, y también aquí el gusto de cada uno es muy variable, no me siento capaz de profundizar sobre este plato porque no lo como casi nunca, no es de mis favoritos, pero si lo es de mi mujer, y yo sé que mi mujer no se sintió 'satisfecha' con su ración.
El filete de ternera, que comió Elio, correcto, pero es que es un plato tan sencillo, si realmente se pone la carne adecuada....
Y ya pasemos a mi elección, la costilla de ternera asada, el resto de comensales de este plato manifestaron su bondad, y seguro que acertaron, quiero decir que acertaron los camareros en ponerles la ración adecuada, porque a mi me pusieron dos trozos que se parecían como el agua y el vino, el primero, de una carne recia casi incomible, y sin embargo el segundo, sin lugar a dudas de otra pieza, con la textura adecuada, en este plato es importante darle 'el punto' de asado, pero evidentemente si la materia prima no acompaña, fracaso total. Afortunadamente me tocó de las dos piezas, y además empecé por la mala, que dejé prácticamente indemne.
Y pasemos a los pocos postres, ya que la mayoría elegimos café:







El melón, normalito, y parece que bastante buenas las natillas caseras, aunque para uno de sus comensales, quizás excesivamente dulces.




Acompañamos la comida con Ramón Bilbao crianza 2008, muy apropiado, es un vino, en expresión de mi buen amigo Nigel 'a very good value for money' y evidentemente con varias botellas de agua, puesto que nos tocaba hacer después unos cientos de kilómetros.

Como resumen, y pido perdón a mis lectores por enrollarme tanto en este post, un restaurante con una cocina digna, a un precio razonable, un lugar normalito, acorde al precio, pero en lo que no está a la altura que corresponde, es en el servicio, ha habido ciertos detalles que lo descalifican, y ya se sabe lo que pasa, puede que sea una sola persona la que no está a la altura, pero esta calificación se globaliza al restaurante, hay que ser más cuidadoso en estos temas.

En cualquier caso, una comidita como la de ayer, con familiares a los que tanto queremos, es otra cosa, que hace olvidar todo lo malo, y ha sido un disfrute sin igual.
Por último muestro una foto del puente sobre el Pisuerga, que vimos en el paseito que realizamos para 'bajar' la comida.