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lunes, 22 de abril de 2013

Cocido oficial - La Taberna de Buenaventura

Primera crónica desde este blog de un cocido oficial de GARBANZO Asociación Gastronómica, motivado por un fallo de la web que está en vías de solución.
Y la crónica tiene dos aspectos, uno muy positivo y otro muy negativo. Lo positivo fue el COCIDAZO, con mayúsculas, que nos tomamos, y lo negativo, la confirmación del cierre del restaurante La Taberna de Buenaventura, donde la Asociación ha estado, de forma oficial, en tres ocasiones, en alguna otra ocasión con cocidos no oficiales, y los socios, de forma privada en multitud de ocasiones, alguna razón habrá para ello.

Y sin más, pasemos a describir el cocido, en el que, contra lo que desgraciadamente se ha convertido en habitual, en esta ocasión hubo 'casi' puntualidad, cosa que agradezco a todos. Como el restaurante está en pleno proceso de cierre, los dos primeros vinos que solicité para el cocido estaban agotados, y supongo que todo fue por una jugada maestra del destino para llevarnos al tercer vino, del que sí había existencias, Arzuaga Crianza:
Un maravilloso crianza del 2009, que ya anticipaba el goce de la comida, que comenzaba con una sopa extraordinaria:

No solo por el sabor, sino por la textura y punto del fideo, hasta yo repetí un segundo plato de sopa, pero alguno tomó tres, si no más. Estaba espectacular, y fue un comentario absolutamente generalizado entre los comensales.
Evidentemente, en un restaurante de esta calidad, se sirve en tres vuelcos, pero con la pregunta 'distintiva' de si queremos que al segundo se le acompañe de inmediato del tercero, porque hay comensales que prefieren tomarlo todo junto.
Este era el aspecto de las bandejas de segundo y tercer vuelco:

Y que paso a desgranar desde mis propios platos, este era mi segundo vuelco:

Que me lo devoré, los garbanzos, además de gustosos, en el punto perfecto de cocción, el repollo sabroso, la zanahoria, que considero un aderezo más para dar sabor, estaba tan suave que también me la comí entera, y me comí también la patata, sabrosa y suave, que difícil es dar con un cocido donde todo sepa bien. Así que tras este paso fundamental del cocido, pasé al tercer vuelco, que era así:

No me serví pollo, porque creo que hubiera sido incapaz, tal y como llevaba devorando todo desde el principio, y no sé como estaría, pero doy fe que el resto era fuera de categoría, el relleno o bola, jugosito, la morcilla de cebolla, con esa piel dura, de morcilla clásica y buena, el chorizo buenísimo, la punta de jamón, estupenda, no esa típica seca que ponen en cocidos normalitos, el morcillo, meloso y sabrosón, el tocino para mojarlo con pan, que es como hay que comerlo, buenísimo y lo que me faltaba, un hueso de caña ESPECTACULAR, con el que quería cerrar el cocido, pero mi mujer llegó a su límite y me ofreció el suyo:
Evidentemente me 'sacrifiqué' y me tomé mi ingrediente favorito en un cocido, que GOCE. Y tras este último hueso de caña, otro traguito de Arzuaga, y empezar a darle al coco con la pena de que se cierre un restaurante donde se come con esta calidad.
Hubo quien alivió su estómago con un postrecito, la mayoría se decantaron por el clásico sorbete, yo probé el de mi mujer y estaba exquisito, pero yo ya no podía.....
En resumen, un extraordinario cocido, en el que la confirmación del cierre del restaurante nos ha llevado a cambiar lo que ya teníamos decidido, y democráticamente hemos votado por celebrar el Cocido Extraordinario de cierre de temporada en este mismo restaurante, unos días antes de que dicho cierre se produzca. Los detalles del mismo se incluirán en el acta que publicaremos en la Web del GARBANZO, en cuanto se solvente el problema que nos impide trabajar ahora mismo.
Desde aquí nuestra solidaridad y apoyo al dueño y colaboradores de La Taberna de Buenaventura, donde tanto hemos disfrutado gastronómicamente y en el aspecto musical, con sus espectáculos de cuplé.

domingo, 7 de abril de 2013

Cocido Solidario - Gastronomicum


Que buen sabor de boca, y que goce interior participando en un evento de esta categoría.
He querido encabezar el post con los patrocinadores del evento, aunque el agradecimiento hay que hacerlo extensivo a todos los que lo hicieron posible, los camareros, los cocineros, el restaurante que ha cedido un extraordinario local, todos ellos capitaneados por Quique Rodriguez (@quiquerodrig), un cocinero de prestigio, ademas de una persona muy agradable.
Y en un evento donde la materia prima ha sido donada por los proveedores, y todos los que lo han elaborado y servido lo han hecho de forma altruista, en beneficio de la Fundación Síndrome de Dravet, ¿creéis que se puede encontrar algo criticable?. Pues no, pero aún así, voy a relatar el cocido, como si fuera uno normal, con su descripción completa.
La cosa empezó con barra libre de vinos, cervezas y refrescos y gran cantidad de buenísimos aperitivos, tortilla española, jamón y butifarra. Yo creo que demasiado aperitivo, porque no todos éramos del mismo Bilbao.
Y empezamos con la sopa, y una particularidad que los lectores de este blog saben que yo agradezco, y es el 'adorno' de la sopa con unos garbanzos, en este caso cada uno como desee, ya que nos pusieron una perola con los garbanzos, este era mi plato:


Y la sopa estaba buena de sabor, aunque, como esperaba, algo pasado el fideo, ya que éramos bastante más de cien comensales, y comenzamos con cierto retraso, por lo que el 'pequeño defecto' es perfectamente disculpable, y ni que decir tiene, que cantidad, la que quisiéramos, en nuestra mesa, hubo varios 'repetidores', lo que daba la señal de calidad.
La segunda parte del cocido se sirvió para que cada uno lo pusiera a su gusto, yo hice una cosa extraña, primero me tomé un segundo vuelco únicamente con garbanzos adornados con una salsa de aceite y cebolla riquísima, que les daban un sabor contundente, y que ya de por si, los garbanzos, al natural, estaban ricos.
A continuación me serví un tercer vuelco con los complementos de lo que normalmente es el segundo, la bola o relleno, patata, zanahoria y repollo. La bola no es la típica de cocido, ya que es de carne, en lugar de la típica de pan, y lógicamente no resulta tan jugosa, aunque el sabor era muy bueno. El resto de complementos, dignos, y adornados con la salsa de aceite y cebolla, adquirían un exquisito sabor.

Y el último vuelco eran las viandas, que consistían en chorizo, morcilla, puntita de jamón, el típico pollo, morcillo y cerrando con la panceta y el tocino:
Todas las viandas estaban dignas, y lo único negativo era que la puntita de jamón estaba algo salada, pero lo realmente negativo es que sobró demasiado:

Cerramos con un postre de chocolate, digno y bien presentado:

Como resumen, un buen cocido que en compañía de gente agradable y solidaria, se transforma en un cocido MARAVILLOSO, y nos deja con deseos de repetir eventos como este, y aunque las lágrimas no tengan muy buena fama, las que salieron de Silvia y que nos contagió a muchos de los que allí estábamos, nos dejan un estado de paz y alegría INOLVIDABLES.
Y algún día llegará en que los padres de niños con Síndrome de Dravet, consigan una solución por la que tanto luchan. Mi admiración y cariño para todos ellos.