MRW - El Cenador de salvador

Inauguración de MRW (Madrid Restaurant Week) en mi restaurante favorito, desde hace muchos años. Lástima que mi presupuesto no me permita acudir más a menudo a este restaurante, y me tenga que limitar a eventos de este tipo para poder disfrutar de sitios así.
Elegimos este para inaugurar porque, sin duda alguna, de entre todos los restaurantes de esta edición, dudo que haya alguno que ni siquiera llegue a igualarlo, aunque esto es siempre muy subjetivo, yo creo que lo que más avala mi opinión es la edad que tengo y haber visitado muchos restaurantes, y algunos de ellos de 'estas categorías'.

Ni que decir tiene que este es un restaurante donde además de tener una cocina inigualable, el local es impresionante, de una belleza indiscutible, unos detalles decorativos tanto internos como externos muy destacables, y un servicio tremendamente distinguido, que por algo lo convierten en mi favorito, desde hace 25 años aproximadamente.

Pero pasemos a describir la comida, el Menú Restaurant Week es específico en todos los restaurantes participantes, cada restaurante tiene el suyo, normalmente existen diversas opciones para elegir, en este caso, tras elegir un ValDubón crianza de la Ribera del Duero, un buen vino, empezamos con unos panes recién hechos y con un aperitivo de la casa:



Unos panecitos riquísimos y un aperitivo que se componía de sardina marinada, cuscus y croquetas, no sabría decir cual de los tres aperitivos me gustó más, todos exquisitos.
Hubo dos primeros, sin elección, o sea dos primeros per cápita, y fueron Ensalada de otoño y Huevos a baja temperatura con patatas revolconas
:


Y los primeros fueron espectaculares, la sencillez de una ensalada, consigue un sabor maravilloso mezclando sabores dulces y amargos, pero sin destacar ninguno, francamente muy buena, además de original, y los huevos con las patatas revolconas, son un plato exquisito en cualquier restaurante, pero no sé que tenían estos que me supieron a gloria bendita, y acompañándolos con las distintas clases de pan que nos pusieron.

Como platos principales había dos opciones, Brandada de bacalao con pisto:

y Rabo de toro estofado:

Siguiendo nuestra costumbre, mi mujer y yo compartimos ambos platos, nos tomamos la brandada, buena, aunque este plato no me sorprendió por su calidad, como suelen sorprenderme casi todos los patos del Cenador de Salvador, recordaba mi mujer una brandada que tomamos con unos amigos en otro maravilloso restaurante de San Sebastián de los Reyes, Rivendel, muy recomandable y del que en no mucho escribiré en este blog. Bueno, que me enrollo mucho, un buen plato pero sin destacar demasiado.
Mejor el rabo de toro, con esa carne melosa y un sabor profundo, y no siendo uno de mis platos favoritos tengo que decir que estaba francamente bueno, pero eso sí, sin llegar a ese rabo de toro que hemos comido en un restaurante pequeñito que hay cerca de la Plaza de las Ventas (Y no creo que sea por eso), que se llama Vinoteca Mauro de Mogarraz, aquí si que ponen el mejor rabo de toro que podéis probar.

Hemos errado pues con unos segundos buenos, pero no espectaculares, como estamos acostumbrados en este restaurante, ojo no es decepción, pero es que estamos acostumbrados a que siempre nos sorprendan.

Pero en un restaurante de esta categoría, siempre marcan la diferencia los postres, en esta ocasión era Tarta cappuccina con Helado de vainilla:

que efectivamente marcó la diferencia, que exquisitez, que tarta mas esponjosa, que sabor y mezclándola con el helado, suprema.

En definitiva, sigue siendo mi restaurante favorito, porque tiene una cocina maravillosa, innovadora, un local precioso y un servicio exquisito, pero hoy he salido del restaurante con dos ideas que me perturbaban, la primera es que me ha dado mucha pena que eramos los únicos comensales, cosa que no nos había ocurrido jamás, es más, ha habido veces que no hemos encontrado mesa y hemos tenido que aplazar nuestra visita, ¿tan mal esta la cosa?. Y la segunda idea era que habíamos empezado el MRW con un nivel demasiado bueno, y por tanto a partir de mañana nos toque bajarlo, espero que esta segunda idea no se confirme y sigamos en un nivel parecido.
En fin, con las objeciones que hoy he puesto, que mas que objeciones son matizaciones, sigo recomendando este restaurante como ningún otro.
Y al precio de 25€ el menú (sin vino) me parece un auténtico regalo.