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domingo, 23 de septiembre de 2012

El Pago de Marfeliz - Urueña (Villa del Libro) - Un digno cocido



Con motivo del II Encuentro de condueños de ALQS2D y la asistencia al mismo de varios miembros de GARBANZO Asociación Gastronómica, estaba clara la elección del plato de comida para el día, no podía ser otro que un cocido. En el proceso de organización del evento hemos procurado dejarlo todo 'atado y bien atado', y nos hubiera gustado haber comido un cocido antes de celebrar este, pero las circunstancias no se alinearon para que así fuera, aunque las sensaciones que nos llevamos tras las conversaciones que mantuvimos con Raquel, alma y vida del restaurante, nos dejaron tan convencidos de que todo iba a salir bien, que este apartado del viaje, lo consideramos cerrado y con suficiente garantía de éxito.

El restaurante elegido El Pago de Marfeliz, situado en la Calle Real de Urueña, junto a la Plaza Mayor y a la Fundación Joaquín Díaz que nos atendió personalmente en la visita que realizamos en esa misma mañana, y que quiero dejar constancia de mi agradecimiento, no solo por ese saludo personal, sino por la atención que me prestó y la ayuda que me ofreció para organizar este evento.
Y ya vamos a pasar a describir lo que es importante para este blog, la comida, el local y el servicio proporcionado, que en conjunto son lo que marcan la relación calidad/precio de la que tanto hablo en este blog.

El local es una antigua casa de gente pudiente, que como tantas otras en Urueña se han transformado para dar servicio a una villa que los fines de semana se llena de gente para visitar librerías y museos, verdaderas joyas que son la riqueza del pueblo. El restaurante se ha adaptado y dispone de varios comedores, acorde a la construcción de la casa, esto da la ventaja para que distintos grupos de personas puedan estar aislados del resto, y eso fue lo que ocurrió con nuestro grupo, que ocupábamos un comedor completo, justos pero sin ninguna apretura.
El servicio, apropiado, aunque se notaba el agobio que tenían, porque el restaurante estaba absolutamente abarrotado de gente, y no era el único restaurante lleno, para bien de tan maravillosa población. No obstante lo dicho, ninguna queja al respecto.
Y pasemos a la manduca.
Una sopa consistente, con la temperatura adecuada para la mayoría, muy caliente, yo tuve que esperar para empezar ya que no me gusta con tan alta temperatura. El fideo estaba ligeramente pasado para mi gusto, lo prefiero más 'al dente', pero con un muy buen sabor y consistencia, quizás demasiado grasienta para el gusto de personas de poco comer. Una sopa, al fin, que con sus 'defectillos' fue un estupendo arranque.
Servido en tres vuelcos, como debe ser, pero, en atención a quien le gusta mezclarlos, se pusieron en la mesa con muy poco tiempo de diferencia.
El segundo vuelco, los garbanzos, para mi, perfectos, no necesitan en 'adorno' de las patatas ni la zanahoria, pero si iban acompañados de bolas (rellenos) realmente exquisitos, con una suavidad, jugosidad y sabor muy dignos de mención, y con el espíritu crítico que me caracteriza, diría que lo único que no era perfecto era el punto de los garbanzos, diez minutos menos de cocción, les hubieran sentado a la perfección.
En el tercer vuelco, las viandas, no había tanta variedad como suelen ofrecer los cocidos clásicos, faltaban panceta, morcilla y gallina, y desde mi punto de vista, con buen criterio, porque no son necesarios, si echo en falta el hueso de caña, mi debilidad, pero que en esta ocasión tuvo un buen sustituto por la abundancia del resto de ingredientes. El chorizo, adecuado, las puntas de jamón, buenísimas hueso de espinazo que no llegué a probar, pero que por los comentarios que oí debía estar muy bueno, el morcillo además de muy abundante, sabroso y meloso, pocas veces como tanto morcillo como comí en esta ocasión, y dejo para el final el espectacular tocino, que con la doble ración que tomé sustituí al ausente hueso de caña que tanto valoro yo en un cocido.
Acompañamos el cocido con un Ribera del Duero Crianza, Prios, un estupendo vino que rematamos con un postre casero, tarta de queso, que el vino marcó como exquisita, los poderes que tienen algunas bebidas.
Si además añadimos el precio, 22€ per cápita, tenemos que calificar el cocido de Muy Bueno, el sitio fantástico, y si a todo le añadimos la compañía, INOLVIDABLE, que maravillosa experiencia.
Recomiendo ferviertemente visitar Urueña, La Villa del Libro, y comer en este restaurante. Podréis encontrar más información sobre el evento en el blog de ALQS2D.

1 comentario:

  1. Me parece que estoy todavía degustando la bola y pringando el tocinito en tan agradable compañía ...

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