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lunes, 8 de octubre de 2012

Catedral de Zamora - Steak tartare

Estuvimos en este restaurante hace muchos años tomando un cocido oficial, y hace no mucho, mi mujer y yo comimos un día que teníamos cita para hacer el DNI Electrónico en las históricas oficinas de Santa Engracia que acabamos de descubrir que ya están cerradas.
Lo que nos ha vuelto a llevar a este restaurante es la organización del próximo cocido oficial de Garbanzo Asociación Gastronómica, y que mejor que disfrutar de una buena comida mientras gestionamos la reserva.
Es un restaurante atípico, porque no disponen de un Menú del Día, que es el recurso para ganar clientela, pero en muchos casos en detrimento de la calidad. Dentro de la variedad de platos que teníamos, yo elegí de inmediato mi segundo, uno de mis platos favoritos, Steak Tartare, no demasiado 'cargado', y dejé el resto a elección de mi mujer, que se dejó convencer por los consejos del maître, y la verdad es que con acierto.
Así que los platos seleccionados fueron, de primero, para compartir, unos Boquerones fritos y los segundos, mi mujer pidió unas Albóndigas con patatas fritas y yo el ya mencionado Steak Tartare.
A la hora de elegir el vino, vi en la carta uno de mis favoritos, Viñas del Vero Gran Vos, pero de una cosecha que considero ya en decadencia, 2001, por lo que me dejé llevar por otro consejo del maître y pedimos un vino de Castilla La Mancha que me sorprendió muy gratamente, se trataba de un Pago del Vicario 2007 Crianza que es uno de esos vinos que empiezan a deslegitimar las leyendas de Rioja o Ribera del Duero.

Tras unos sabrosos aperitivos de aceitunas, tortilla española y un exquisito paté casero, llegó el primer plato, los boquerones, de esos pequeñitos que saben a gloria bendita, y que evidentemente se comen completos, en fin, un comienzo esperanzador porque no es fácil encontrar boquerones tan pequeños.

Y ya nos metemos con los platos principales, me sorprendió que mi mujer comiera las albóndigas, es posiblemente, la primera vez que las pide en un restaurante, pero según me dijo tenía una intuición especial, por como el maître se las había recomendado, y a fé mía que acertó, las probé y estaban sabrosísimas, exquisita carne, pero claro, sin llegar al sabor impresionante de mi Steak tartare, en 'mi' punto de aliño. Algún día contaré en este blog mi primera gran experiencia con un Steak tartare, una anécdota que me gusta mucho contar a mis amigos, aunque este no es el momento.
Mi mujer cerró con un postre que probé, era hojaldre de manzana, simplemente aprobado.


Como resumen, me parece un restaurante digno, con una buena cocina y donde creo tomaremos un buen cocido en breve y ya lo reseñaremos en la página web de Garbanzo.

2 comentarios:

  1. Los boquerones no tienen que ser pequeñitos, tienen que ser de Málaga, que son una variedad concreta que los adultos tienen ese temaño ;-)

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    1. Y yo que creía que los boquerones eran del mar, y resultan que son de Málaga, pero seguro que los de Granada son algo más grandes.... ;-)

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