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sábado, 7 de enero de 2012

Belén y cocido en El Escorial (La sartén por el mango)


Desde hace más de 15 años se monta en El Escorial un Belén gigante por las calles del centro de esta maravillosa ciudad, cuna de la Asociación Gastronómica a la que me enorgullezco de pertenecer, porque el primer restaurante al que fuimos está allí, y fue el germen que creó la Asociación. Este Belén me ha llevado muchos años hasta allí, pero sobre todo el tener el lujo de ser amigo de Angel Luis, escurialense de pro, que nos ilustra todas las semanas con un gran post en su blog de sensaciones inciertas, además del lujo que supone leer sus reseñas de libros en 'A leer que son 2 días', y compartir visita y mesa además con Mercedes e Irene, que también nos ilustra con sus cuentos y dibujos en su blog 'Hueglas y Catavillos'.
Pues hecha la presentación y los motivos que nos llevaron a El Escorial, solo comentar que el Belén, ha cambiado bastante en los últimos años, y desde luego, que el pueblo está a rebosar de gente, tan es así que me he encontrado con un antiguo compañero, un pelín mas joven que yo, Edu, y que me dio otra gran alegría, iba con su mujer, también antigua compañera de empresa, y sus dos maravillosos niños.
Así que tras ver el Belén y tomar unas cañitas en el centro del pueblo nos hemos trasladado a un restaurante que ya hemos visitado varias veces, La sartén por el mango y donde el cocido es una especialidad ineludible y casi diría que incomparable por la calidad del cocido de hoy (lo pongo en presente, 5 de Enero, aunque escribo el post dos días después por problemas de agobio).


La sopa en este restaurante tiene algo muy especial, un sabor, que a mi resulta exquisito, y es que la sirven aliñada con ajo y perejil, y que como ya resalté en mi primera visita al restaurante esas hierbas hacen de la sopa algo único. También tengo que decir que este aliño tiene detractores, aunque no fue el caso de los comensales de hoy. En fin, que la sopa, con su maravilloso sabor, con el fideo al dente y en su punto de temperatura, solo cabe calificarla de excelente.


El segundo vuelco, garbanzos y la verdura, también me dio lugar a repetir, los garbanzos puede que haya sitios donde el sabor y tacto sea similar, pero el sabor de la verdura es difícil encontrarla más sabrosa en ningún otro cocido, no sé cual es el secreto de Miguel, alma mater del restaurante.


El tercer vuelco no bajó el nivel para nada, aunque las mujeres ya no estuvieron a la altura y se rajaron únicamente probando algo, los hombres creo que dejamos el pabellón alto y dimos cuenta de punta de jamón, chorizo, tocino, panceta, morcillo y la maravillosa caña de los huesos, que siempre dejo para el final, acompañándola con el último sorbo de un Luis Alegre crianza que estuvo 'casi' a la altura del cocido. En resumen un cocido excelente, con una compañía aún mejor, y que no sé cual será la razón, estamos hablando todo el rato, de miles de cosas, y nunca nos aburrimos, porque todo lo que hablan nuestros contertulios siempre me resulta agradable, y no os creáis que esto es fácil, pero yo con mis amigos he tenido mucha suerte.
Conclusión propia del blog, un restaurante maravilloso, donde el cocido alcanza un nivel muy difícil de conseguir, y donde este año el histórico autor del Belén del Escorial, que ahora ya no participa, ha puesto otro y que os acompaño una pequeña muestra de lo que ha hecho, todo con papel y figuras a tamaño natural.

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